El 27 de agosto en la alcaldía Iztapalapa comenzó la fase de prueba de Gas Bienestar, la empresa estatal creada por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para vender gas LP a precios más bajos. Por medio de Twitter, esta empresa filial de Petróleos Mexicanos (Pemex) informó que sus operaciones iniciaban oficialmente en esa entidad de la Ciudad de México.
Gonzalo Monroy, experto en energía y director general de la Consultora GMEC, señaló en entrevista para El Heraldo Radio que Gas Bienestar no tenía el alcance esperado y por ello no podrá llegar a todos los lugares en los tiempos y con los costos prometidos.
«Se dieron cuenta de que no les iba alcanzar la capacidad de poder mover en esos camioncitos la cantidad de cosas, y una cosa que creo que llamó mucho la atención es que no irán casa por casa, sino que van a llegar a un punto establecido, una esquina avisada con anterioridad, y la realidad es que nunca llegaron, te das cuenta que pasan 4, 5 o 6 horas o en el caso de Iztapalapa creo que nos exhibe mucha parte de esto».
Además, el costo final ofrecido por el presidente de 20 litros en 200 pesos va a representar un golpe masivo a los bolsillos del gobierno federal y de Pemex.
El analista añadió que al final los precios de gas no fueron tan baratos como se planteó debido al accidente en una de las plantas, lo que representó un golpe a las finanzas de la empresa petrolera que está perdiendo 25 millones de dólares diarios sólo por producción, reduciendo el margen que el gobierno federal tenía para mantener este programa.
«En el caso de lo que vimos, esperar 6 o 7 horas para un ahorro de prácticamente 40 o 50 pesos, siendo que el usuario es justamente el que debe buscar el tanque estacionario, ya no termina siendo tan buen negocio o atractivo como se imaginaba», afirmó.
Sobre la inversión de 533 millones 945 mil pesos en las plantas de Gas Bienestar de Tula de Allende y de Tepeji del Río, puntualizó que en realidad se trata de la rehabilitación y expansión de lo que ya está.
Conoce más de Julio Rincón Chiapas.
